La guerra silenciosa por Internet


¿Qué pasaría si tuviera que pagar una tarifa según los datos que consume en su Internet de cable?; empresas como Google y Verizon proponen un nuevo camino para definir el costo de este servicio.

Leer un correo electrónico, publicar un ‘tweet', ver videos, comprar música o navegar por Facebook, son un triunfo de la democracia digital.

La estructura de Internet permite que toda la información que cruza la red sea tratada en condiciones de igualdad, sin importar el formato o el peso de un archivo. Así, los usuarios de Internet pagan el servicio sin distinción alguna por el tipo de datos descargados.

Pero eso está cambiando. Desde hace media década se libra una guerra silenciosa sobre un concepto llamado neutralidad de la red (network neutrality) en la que unos buscan que el tránsito de datos se maneje como ahora, sin regulaciones y, otros, desean implementar cuotas según el uso de la red.

El último episodio de este combate sucedió en agosto de 2010 cuando ejecutivos de Google y el proveedor de comunicaciones estadounidense Verizon, publicaron una carta proponiendo que Internet debía ser libre... pero abriendo espacios para servicios de pago preferenciales.

Todo esto sucede por una sencilla razón: la mayor parte del tráfico de Internet consiste en la descarga de videos, contenidos de audio y aplicaciones a través de redes peer-to-peer (P2P), servicios que permiten el intercambio de información entre computadoras por medio de una conexión.

Según Cisco, 27% del tráfico global de Internet proviene de redes P2P y 23% se da en la transmisión de contenidos o streaming de sitios como YouTube y Vimeo.

Esto representa un problema para las empresas de telecomunicaciones, que deben afrontar grandes inversiones para aumentar el ancho de banda y ofrecerle al consumidor un servicio a un precio accesible.

Un caso emblemático es el de la empresa de telecomunicaciones Comcast, cuando en 2006 decidió remediar la situación cortando el acceso a los servicios P2P.

Esto desató una reacción de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC), que le prohibió a la operadora restringir el acceso a los usuarios, pero en abril de este año un juez dictaminó que la FCC no tenía jurisdicción en la materia.

Pago por contenido

Mientras unos buscan cerrar la llave de los datos, otros quieren sacarle provecho, siguiendo el ejemplo de empresas como Apple, que han desarrollado buenos negocios distribuyendo contenidos como películas, programas de televisión y aplicaciones.

Así, la solución de los proveedores de Internet es simple: cobrar un precio según el consumo de datos.

Este tipo de soluciones preocupan a personas como los académicos Inimai M. Chettiar y J. Scott Holladay, de la New York University School of Law, quienes señalan que este sistema "reduciría incentivos para los creadores de contenido, potencialmente disminuyendo el valor de internet para todos".

Pero existe una tercera posibilidad: cobrar el acceso preferente al proveedor de contenido (como Apple, Microsoft, televisoras locales o empresas de videojuegos) y no al usuario.

Tal es el espíritu detrás de la propuesta de Google y Verizon: ofrecer una tajada de las ganancias a los proveedores de conectividad y que éstos no dejen de invertir en infraestructura de fibra óptica.

Aún es muy pronto para saber quién ganará la batalla por la neutralidad de la red, pero, entretanto, ¿qué pasará con el usuario final?

Quizás el futuro será muy similar a la cuenta del teléfono: llena de mediciones, cálculos y una que otra llamada al servicio a clientes para reclamar consumos, servicios y cargos por descubrir mes con mes.

Fuente: CNNExpansion

0 comentarios: