Leer libros, escribir cartas y jugar en el patio, ya es historia


Cambia lo superficial, cambia también lo profundo, cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo..cambia, todo cambia”. Asi comienza una cansión que cantaba la querida Negra Sosa, que hace poco se nos fue. Esto mismo podemos decir de la tecnología y de los cambios que ha hecho en nuestra vida diaria.
La idea de un cambio es justamente eso, dejar algo viejo por algo nuevo que nos facilite una tarea. Lamentablemente hay cosas que se han perdido o se estan dejando de practicar por la comodidad que hoy nos ofrece la vorágine tecnológica.
Adíos a las cartas

El gran invento de finales del siglo XX podremos decir que fue la llegada del celular. Ese aparatito que paso por todas las formas y tamaños. Desde el conocido “ladrillo” hasta los ultrachatos que hoy vemos, con infinidades de aplicaciones y usos. Pero ¿que pasaba hace unos años atrás cuando uno queria saber de alguien y aún no existian los celulares?: se escribia una carta. La tarea era todo un ritual, se iba a comprar el sobre, se sentaba a la mesa con la pava y el mate, y se ensayaban unas cuantas introducciones para luego redactar varias hojas a ese amigo, madre o novia que esperaban prontas noticias.
Hoy son contadas las cartas que se escriben, sino haga memoria ahora y piense cuando fue la última vez que hizo una?. No tan solo se perdio ese habito, se perdió la práctica de la lectura, la escritura, de cómo empezar una “charla”.
El celular llegó y simplifico todo. Ya no hay cartas de amor, los simbolitos como corazones o caritas con sonrisas en la pantallita de un celular remplazaron todo lo que uno tenía que contarle apasionadamente al ser amado. La gente comenzó a emplear un idioma distinto, lleno de puntos suspensivos, exclamaciones y vocales a repetición.
Y si de jugar hablamos, hasta los juguetes más nobles y sociables fueron víctimas de la tecnología. Por los años 80, la llegada de la “Family Game” revolucionó a los pibes de esa época. Ya no hacia falta ir a una casa de video juegos, porque el video juego iba a casa. Es cierto, no todos los nenes contaban con uno de estos aparatos, pero de a poco su expansión y sofisticación fueron minando juegos tradicionales que decayeron hasta su extinción a manos de la “Play”. Donde están las bolitas?, las muñecas? el trompo?, las figuritas?, el metegol?, donde estan los autitos con macilla?. Ya no se ven barriletes en el cielo. Donde está el barro?. Sí, hoy los chicos se ensucian menos. La “play”, convirtió a los nenes en seres solitarios. Se podrán juntar a jugar, pero en su mundo virtual estan ellos solos. Con la fabricación de un barrilete, participaba la familia, ahora el niño interactúa pero con una máquina!!!
Problemas de salud

En los últimos años, han aparecido en las consultas de los psicólogos una nueva generación de problemas relacionados con el abuso de las nuevas tecnologías –móviles, chats, videojuegos-. Estos últimos tienen un gran poder de atracción para los jóvenes, si no se hace de ellos un uso adecuado puede derivar en problemas de aislamiento, dolores de cabeza, vista cansada, y agresividad.
Ya son frecuentes las consultas médicas por problemas musculares en cuellos y manos debido al abuso de los joistik y las maratonicas sesiones frente a la “compu”.
Los libros, al olvido

Usar Internet es algo habitual para los estudiantes de hoy, pero no siempre fue así. Hace no muchos años, las personas estudiaban con otras herramientas: consultaban libros en la biblioteca e invertían mucho tiempo en la búsqueda de datos. Había que formar grupos de estudio y los trabajos prácticos se hacian a mano y con buena caligrafia. No es casual que nuestros viejos o abuelos tengan una excelente caligrafia, en sus tiempos se leía mucho y se escribía mucho. Internet simplificó muchas cosas, pero complicó otras como por ejemplo el mal uso de la ortografía y la caligrafía.
Las librerías cada vez venden menos. Antes uno disfrutaba buscando un libro, se ponía cómodo y se zambullía en su lectura. En casa no faltaban los Atlas, los manuales, diccionarios y enciclopedias.
Ahora con sólo un clic se pueden encontrar los más variados libros virtuales en poco tiempo y como si esto fuera poco existe la posibilidad de descargarlos a la PC.
Internet hoy nos presenta otro fenómeno: los amigos virtuales. Sitios cono My Space, Twitter, Facebook, blogs y chats permiten relacionarse con gente que uno nunca en la vida ha visto ni verá. Podemos tener conocidos en Alaska o en Australia. Se sociabiliza de otra forma. Ya no hay que salir a la calle o a un boliche a buscar pareja. Muchas se han formado a traves del chat y desde casa. La previa para el levante murió con los lentos. Hoy nadie “chamulla”. Cada grupo está en la suya, inmersos en sus mensajes de textos y “arrimando la bocha” vía messenger.
La Negra lo decía en su canción, “cambia, todo cambia” y la cosa ineludiblemente será así. La luna dejó de ser la eterna compañera de los enamorados, y hoy se la bombardea con cohetes en busca de agua y la muestran como una roca muerta en el espacio. La nostalgia dará paso a la creciente tecnología que nos traerá un montón de beneficios pero se llevará también un montón se sanas costumbres e ilusiones. Y el tiempo se encargará de borrar esos recuerdos de cartas, libros y barriletes.#

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