Sullivan dijo que BlackBerry claramente había podido seguir el ritmo de sus rivales en el desarrollo de los teléfonos inteligentes y la empresa “ha pagado un precio por sus errores a través de degradaciones, despidos y considerables reveses financieros”.
“Sin embargo, Los fracasos corporativos por sí solos no dan lugar a una demanda de fraude de valores”, dijo Sullivan.
David Brower, un abogado de los demandantes en Brower Piven, declinó hacer comentarios.
Una portavoz de BlackBerry no respondió a solicitudes de comentarios.
La demanda, presentada en 2011 por el inversionista Robert Shemian, trató de recuperar las pérdidas por cuenta de los accionistas estadounidenses que han comprado acciones de la compañía desde diciembre de 2010 hasta junio de 2011.
La demanda estaba desde el año 2011. Dicha demanda sostiene que todos esos reveses eran conocidos por la empresa y sus directivos, Sin embargo se habría comenzado a engañar a los inversionistas que han comprado sus acciones a precios inflados.
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