Museo de Michigan quiere encontrar todos los videojuegos de la historia

 
En esta oca­sión, los vi­deo­jue­gos for­ma­rán parte del ar­chi­vo de la Uni­ver­si­dad de Mi­chi­gan. El pro­pó­si­to de la ins­ti­tu­ción es re­co­lec­tar, bus­car, re­pa­rar y man­te­ner los más de tres mil tí­tu­los en 35 con­so­las de di­fe­ren­tes épo­cas y fa­bri­can­tes para la de in­ves­ti­ga­ción y pre­ser­va­ción his­tó­ri­ca.

Esto per­mi­ti­ría que todos los ga­mers del mundo se den una idea de cómo lucía la in­dus­tria hace poco más de 3 dé­ca­das. Desde un 3DO desen­pol­va­do y un Tur­bo­Frax-16, este acer­vo téc­ni­co del de­par­ta­men­to del ar­chi­vo de compu­tación y vi­deo­jue­gos. Ar­chi­ve tiene a la dis­po­si­ción de los es­tu­dian­tes —justo como en una bi­blio­te­ca— la con­sul­ta, el uso y la ma­ni­pu­la­ción de más de 3,000 jue­gos en 35 di­fe­ren­tes con­so­las; sin em­bar­go, Dave Car­ter, ar­chi­vis­ta en­car­ga­do de este pro­yec­to, aún re­co­no­ce que fal­tan unos cuan­tos miles de tí­tu­los y os­cu­ras con­so­las por des­cu­brir.

Este ar­chi­vo pla­nea con­ver­tir­se en una es­pe­cie de bi­blio­te­ca de­fi­ni­ti­va de vi­deo­jue­gos que ayu­den a la in­ves­ti­ga­ción. Un ejem­plo pal­pa­ble es la po­si­bi­li­dad de com­pro­bar qué tan pe­li­gro­so es ma­ne­jar un au­to­mó­vil mien­tras se re­vi­sa una red so­cial a tra­vés de un smartp­ho­ne al jugar Forza Mo­torS­port en Xbox 360. En otra ins­tan­cia, en caso de que algún joven in­ves­ti­ga­dor in­ten­te des­cu­brir el efec­to de la mú­si­ca en los vi­deo­jue­gos, este puede re­co­rrer toda la his­to­ria de esta in­dus­tria desde el Co­le­co­Vi­sion hasta el PlayS­ta­tion 3 para tener una com­pa­ra­ti­va más feha­cien­te.

Car­ter tiene mucha con­fian­za en que este pro­yec­to pueda cre­cer y, a la vez, verse re­pli­ca­do en otras uni­ver­si­da­des del pla­ne­ta. Los vi­deo­jue­gos han pa­sa­do de ser una sim­ple moda o un ju­gue­te caro a parte de nues­tra cul­tu­ra como ci­vi­li­za­ción mo­der­na. Estos, a su vez, han sido tam­bién ob­je­to de con­tro­ver­sia­les acu­sa­cio­nes e in­ves­ti­ga­cio­nes que no hacen más que apun­ta­lar la po­pu­la­ri­dad de esta in­dus­tria en nues­tro sub­cons­cien­te. Si lo vemos de ma­ne­ra ob­je­ti­va, esa PC, ese Xbox 360 o PS­Vi­ta que te­ne­mos en nues­tras salas for­ma­rá parte de un des­cu­bri­mien­to ar­queo­ló­gi­co en cien­tos de años que echa­rá luz sobre la ma­ne­ra en la que vi­vía­mos du­ran­te la pri­me­ra mitad de la se­gun­da dé­ca­da del siglo XXI.

Re­fe­ren­cias: En­Gad­get y Slash­Dot

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