Los 5 momentos más importantes en la vida de un geek



Así que vas por la vida, ca­mi­nan­do por la calle, y de pron­to ves una es­ce­na de dos an­cia­nos bo­rra­chos pe­lean­do en la calle, al­zan­do un par de bas­to­nes y gri­tan­do toda clase de mal­di­cio­nes. Mien­tras que todos ven y otros in­ten­tan hacer algo al res­pec­to, tú no pue­des menos que sol­tar­te a reír e ima­gi­nar cuán pa­re­ci­da es esa es­ce­na a la in­creí­ble pelea que sos­tie­nen Gan­dalf y Sa­ru­man en The Lord of the Rings, de J.R.R. Tol­kien. De­fi­ni­ti­va­men­te eres todo un geek.

Ahora, des­pués de pen­sar por un tiem­po, hemos lle­ga­do a la con­clu­sión de que todo buen geek tiene al menos cinco mo­men­tos im­por­tan­tes en su vida. Helos aquí:

Mo­men­to 1: La ju­ven­tud de un geek no es sen­ci­lla


Si eres todo un geek, no hay forma de que hayas pa­sa­do por el ba­chi­lle­ra­to sin haber sido cri­ti­ca­do por tus ami­gos por­que es­tu­vis­te lar­gas horas en tus re­ce­sos ha­cien­do al­gu­na ac­ti­vi­dad que los demás veían como ‘poco so­cial’. Tal vez ju­ga­bas Magic o, in­clu­so, un poco des­pués, Yu-Gi-Oh! El tiem­po pa­sa­ba lento en clase, por lo que to­ma­bas un mo­men­to para vin­cu­lar tu Ga­me­Boy Color o Ad­van­ce con el de tu mejor amigo (vía cable) para sos­te­ner una feroz ba­ta­lla Po­ke­món. Y, por su­pues­to, cuan­do co­men­za­ron a apa­re­cer los te­lé­fo­nos ce­lu­la­res más ac­ce­si­bles, tú es­ta­bas ma­ra­vi­lla­do con su tec­no­lo­gía in­fra­rro­ja para jugar Snake entre dos Nokia 3320, ¡sin ca­bles!

Mo­men­to 2: El des­per­tar de las ne­ce­si­da­des afec­ti­vas


La edad puede va­riar en cada caso, pero el fac­tor común es el mismo. A pesar de que puede re­sul­tar todo un cli­ché con­si­de­rar que por ser geek, una per­so­na puede tener mu­chas di­fi­cul­ta­des en en­con­trar una pa­re­ja, lo cier­to es que así su­ce­de para mu­chos.

Ya sea por­que tus cos­tum­bres y hob­bies no son muy atrac­ti­vos para el sexo opues­to o por­que tu ma­ne­ra de ves­tir, con­di­ción fí­si­ca o cual­quier otro fac­tor so­cial haga que el amor se ale­ja­ra de ti, lo cier­to es que mu­chos geeks pue­den pasar por esta fase. La ver­dad es que uno debe ser como le gusta ser y no fre­nar las ac­ti­vi­da­des que le hacen feliz sólo para ‘en­ca­jar’ con los demás. Ser geek es cool, que nadie te haga creer lo con­tra­rio.

Mo­men­to 3: en­con­trar el tra­ba­jo de tus sue­ños

Sin im­por­tar lo que hayas es­tu­dia­do, pue­des ser todo un geek. La­men­ta­ble­men­te, no todas las ca­rre­ras pro­fe­sio­na­les tie­nen apli­ca­cio­nes en el mundo real que se pue­dan vin­cu­lar di­rec­ta­men­te con lo que todo buen geek qui­sie­ra y es cuan­do llega el mo­men­to de de­ci­dir si real­men­te quie­res hacer aque­llo que se­gui­rá es­tric­ta­men­te la línea de lo que es­tu­dias­te o si pre­fie­res tomar la sa­li­da crea­ti­va.

Hay mu­chas cosas que con­si­de­rar, desde el hecho de que quizá el tra­ba­jo en ofi­ci­na po­dría no ser lo que te haga feliz, hasta el que tus com­pa­ñe­ros de tra­ba­jo po­drían ser muy dis­tin­tos a ti, en tér­mi­nos de lo que les guste hacer, ver y pen­sar. Al­gu­nos afor­tu­na­dos en­con­tra­mos la ma­ne­ra de se­guir ha­cien­do parte de aque­llo a lo que nos adies­tra­mos tras el pu­pi­tre du­ran­te tan­tos años y vin­cu­lar­lo con el tipo de temas que real­men­te nos en­tu­sias­man, otros no tie­nen la misma suer­te. Lo im­por­tan­te es que, estés donde estés, nunca ol­vi­des que ser geek está en tu esen­cia, ¡no lo dejes es­ca­par!

Mo­men­to 4: en­ten­der las re­fe­ren­cias


Tras toda una vida (al menos unos 25 o 30 años), te das cuen­ta de que los me­dios están ple­na­men­te in­fluen­cia­dos por aque­llo que en el pa­sa­do tuvo un éxito pro­ba­do. Las ca­ri­ca­tu­ras, se­ries de TV, pe­lí­cu­las, re­vis­tas e in­ter­net, prác­ti­ca­men­te en donde bus­ques ha­lla­rás que mu­chos usan las ‘re­fe­ren­cias’ como he­rra­mien­tas para tener éxito; la prue­ba a su­perar aquí como un buen geek es que seas capaz de en­ten­der la ma­yo­ría de ellas.

Desde el fa­mo­so “you tal­king to me?”, que se hizo po­pu­lar por Ro­bert De Niro en la pe­lí­cu­la Taxi Dri­ver y que se usa sin ton ni son en todo tipo de cosas, hasta lo más re­bus­ca­do que te pue­das ima­gi­nar (como al­gu­na es­tro­fa de una can­ción, nom­bres, apo­dos) serán mues­tra de la gran can­ti­dad de tiem­po que has in­ver­ti­do desde muy joven en lle­nar tu mente con toda esta in­for­ma­ción. Habrá quien te diga que esto es una gran pér­di­da de tiem­po, pero, en el fondo, tú sabes lo bien que se sien­te cuan­do en­tien­des una re­fe­ren­cia que los demás no. Tú eres el jefe.

Mo­men­to 5: trans­mi­te el co­no­ci­mien­to e ini­cia el le­ga­do

Llega el mo­men­to de ser todo un hom­bre, ad­qui­rir las res­pon­sa­bi­li­da­des de for­mar una fa­mi­lia y di­ri­gir un hogar. Suena bas­tan­te abu­rri­do, ¿no? ¿Por qué no ha­cer­lo un poco más di­ver­ti­do y, ade­más de dar la mejor edu­ca­ción po­si­ble a tus hijos (que se­gu­ra­men­te así será, por­que eres un geek sa­be­lo­to­do en toda la ex­ten­sión de la pa­la­bra), ini­ciar con la trans­mi­sión de años y años de ex­pe­rien­cia en la mente de tus críos?

No es­ta­mos ha­blan­do de que pon­gas a tus pe­que­ños de 5 años a ver A Clo­ck­work Oran­ge y a leer Civil War, por­que eso no ten­dría sen­ti­do. Ob­via­men­te todo tiene una edad apro­pia­da para ser en­se­ña­do, y se­gu­ra­men­te en esa ac­ti­vi­dad po­drás en­con­trar un mo­men­to de vin­cu­la­ción mayor con tus des­cen­dien­tes, ade­más de que sa­cia­rás una vez más tu ego geek por haber pues­to toda esta cul­tu­ra en otra ca­be­ci­ta. Lo has hecho, has triun­fa­do como todo un geek.

Esto es parte de lo que el autor de este ar­tícu­lo ha vi­vi­do en carne pro­pia o es­cu­cha­do por ahí. Des­pués de todo, la cul­tu­ra geek está allá afue­ra, es­pe­ran­do a ser nu­tri­da aún más con nue­vas his­to­rias, nue­vos pro­duc­tos y más, mu­chas más re­fe­ren­cias. ¿Qué mo­men­tos has vi­vi­do? ¿Cuá­les otros agre­ga­rías?

0 comentarios: