Más allá de lo orondo y poco atractivos que podemos llegar a ser por atacar sin miramientos la parrilla o el refrigerador, lo cierto es que la obesidad genera múltiples daños al organismo que -más temprano que tarde- pueden manifestarse irrecuperablemente, acabando con nuestras vidas antes de lo esperado. Pero ya está en camino un medicamento que podría permitirnos ser gordos sin las preocupaciones de salud.

Una nueva medicina llamada SRT-1720, diseñada en el Instituto Nacional de Envejecimiento de Estados Unidos, emula los efectos del reservatrol; un compuesto que se encuentra en el vino tinto y que en grandes cantidades aparentemente activan unas proteínas llamadas sirtuinas, que ayudan a controlar el hígado graso y el azúcar de la sangre (y posiblemente también mejorar el rendimiento y proteger contra el cáncer). El problema con el resveratroles que harían falta unas 4.000 copas de vino diarias como para comenzar a gatillar los efectos, y para entonces ya estaríamos hace largo rato en coma etílico. La SRT-1720 lo hace directamente, sin necesidad de tanta borrachera.

Los investigadores probaron el fármaco en un grupo de ratones genéticamente modificados para desarrollar obesidad mórbida y también le suministraron el medicamento a ejemplares normales sin exceso de peso. Los resultados arrojaron que en los roedores gordos la SRT-1720 impidió que desarrollaran problemas hepáticos y estabilizó el azúcar de su sangre, estirando su período de vida en un 44% y equiparándolo con el de sus pares normales.

El ratón obeso del centro recibió tratamiento con SRT-1720; el de la derecha, no.

En el caso de los ratones sin obesidad, estos no alcanzaron a morir durante el estudio, por lo que aún queda determinar cómo les influye a ellos.

Ahora los científicos ya están trabajando en una derivación similar (SRT-2104) que supuestamente sería “más adecuada para el consumo humano”, por lo que es posible que pronto importe menos cuántos kilos tengamos de sobrepeso, ya que una pastilla podría velar por el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, como si siguiéramos siendo delgados, garantizándonos patache eterno.

Al final es un guiño al elixir de la juventud, ya que a la gente de alimentación sana podría extenderles también su vida en hasta un 30%, que es el promedio de vida adicional sobre quienes padecen de obesidad. No malo ah.

Fuente:fayerwayer