¿Enferma por un Blackberry?

Con la llegada de las Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC), son muchos los cambios que se han venido experimentando en todos los ámbitos de nuestra vida. La educación, la forma de hacer política, de manejar nuestros negocios, hasta la forma en cómo los seres humanos interactuamos a diario y en la que nos comunicamos.
Pero con el desarrollo de nuevos dispositivos móviles y de la forma en que hacemos uso de ellos, hasta nuevas enfermedades han surgido. Quien se podría imaginar que alguien sufra del “Síndrome Blackberry” o “Vibraciones Fantasmas”, que pueda tener “esqueleto de portátil”, “Oído de Ipod”, o padecer de “Insomnio adolecente”. Pero gracias a investigaciones y estudios realizados, estas “Epidemias tecnológicas”, como muchos las llaman, han dejado de ser un mito, para convertirse en realidades reflejadas en las millones de personas que las padecen. Muestra de ello es que por ejemplo para la American Physical Therapy, el conocido “Síndrome del pulgar Blackberry” o “Blackberry Thumb”, ya está entre su lista de enfermedades reconocidas.


Este último es una enfermedad causada por el uso excesivo del movimiento del pulgar, donde se produce una inflamación del tendón causada por movimientos repetitivos y de larga duración, típico en usuarios de dispositivos como Blackberry, iphone y smartphones. Pero para otros éste síndrome va más allá de la afección física, el uso continuo de estos teléfonos móviles acostumbra a la persona a controlar el celular aunque no reciba ninguna llamada o mensaje, a tal punto que se puede creer que el celular vibra o suena pero no es así, convirtiendo el síndrome en algo más sicológico, pero igualmente peligroso.
De igual forma nos encontramos que el uso excesivo del Ipod por ejemplo puede causar disminución de la capacidad auditiva debido al alto volumen, las malas posturas al usar nuestros portátiles pueden causar problemas musculares y óseos. Entre muchas otras cosas.
Y es bastante irónico, porque hace muy poco tuve la oportunidad de leer un artículo cuyo título enunciaba algo como “Una nueva tecnología permitirá detectar a través de un test 400 enfermedades hereditarias”. Y lo irónico está en que eso mismo que nos brinda millones de ventajas, que en muchos casos nos facilita la vida, nos abre puertas, también nos está generando daños tanto de manera externa como interna. Pero creo que un alto porcentaje de este tipo de enfermedades son generadas por nuestro mal uso de la tecnología, y nuestro uso excesivo y desmedido.
Creo que el tema es más un asunto de costumbres y autocontrol. Debo confesar que tengo mi portátil y de vez en cuando el trabajar desde mi cama me seduce, tengo mi Ipod y me gusta ir a todos lados escuchando mi música y hasta hace muy poco adquirí un Blackberry, pero creo que nunca me llegaré a enviciar a tal punto de convertirme en un ente dependiente de la tecnología. No me apasiona aprender a escribir cientos de palabras por minuto mientras veo a alguien a los ojos fingiendo que la estoy escuchando.
Sin duda las nuevas tecnologías pueden ser nuestras grandes aliadas en muchos campos, incluso en el de la salud. Pero el buen o mal uso que hagamos de ellas puede marcar una notable diferencia entre estar sanos o no.

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