Memorias de usar y tirar


El concepto es del mismo estudio de diseño del que salió el famoso teclado Optimus Maximus, art.lebedev. Si el precio de la memoria continua bajando… ¿veremos algún día discos USB desechables como Flashkus, pegados en las farolas y tablones de anuncios?

No debemos estar muy lejos, la verdad. En mi cajón del escritorio tengo un centenar de unidades que van desde los 256 MB a los 8 GB. Los he recogido a lo largo de los años en ruedas de prensa y congresos. Los de menor capacidad, si es que se siguen fabricando, probablemente cuesten menos de 7 euros por unidad comprados de 1.000 en 1.000 unidades y por supuesto el precio incluye personalizarlos con un logo.

La verdad es que no sé que hacer con ellos. Son memoria al por mayor para una era en la que todo transcurre “en la nube”. Cuando tengo que pasar un archivo envío un correo o lo subo a dropbox. Es la misma razón por la que es poco probable que acabemos viendo esta idea hecha realidad. ¿La alternativa? Mucho más eficaz: un código QR con el enlace a la información. El despegue de la telefonía móvil inteligente los está convirtiendo en parte del paisaje urbano. Las agencias inmobiliarias los usan en los carteles promocionales para acceder a información multimedia de los edificios o apartamentos que quieren vender y los restaurantes, gracias a Google, los muestran en la entrada para hacer más fácil el proceso de Check-in o para obtener información sobre el local. Ahora aparecen también en los permisos de construcción que por ley deben estar presentes en cualquier obra.

Generar no para promocionar su web o negocio es muy fácil (hay muchos servicios online para hacerlo, pruebe estos: http://qrcode.kaywa.com/ http://www.qrstuff.com/). Y es más barato, sin duda, que un llavero USB.

Fuente.elmundo.es

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