Australiano rompe récord Guinness de 121 horas de juego



Un aus­tra­liano acaba de rom­per un ré­cord de 121 horas de juego inin­te­rrum­pi­do, sien­do con­si­de­ra­do esta la se­sión más larga de juego en toda la his­to­ria del libro de Guin­ness. Okan Kaya, el ac­tual po­see­dor de la nueva marca, con­ti­núa acu­mu­lan­do horas; sin em­bar­go, esto no se trata sólo de rom­per el ré­cord de al­guien más ¿Qué mo­ti­vó a Kaya a lo­grar esta ha­za­ña?

Okan Kaya ha acu­mu­la­do 121 horas y con­tan­do de se­sio­nes de Call of Duty: Black Ops II desde su ofi­ci­na en su tien­da de Syd­ney, Aus­tra­lia. La proeza es parte de una cam­pa­ña pu­bli­ci­ta­ria para una tien­da local de vi­deo­jue­gos de la cual, Kaya es ge­ren­te de ven­tas. Ser­vi­cios mé­di­cos y un cons­tan­te mo­ni­to­reo man­tu­vie­ron sano a Kaya mien­tras acu­mu­la­ba 121 horas de juego, rom­pien­do el ré­cord an­te­rior de 120 horas.

Para evi­tar cual­quier pro­ble­ma que pu­die­ra de­ri­var­se de tan­tas horas de juego, los ser­vi­cios mé­di­cos a cargo de la salud de Kaya lo han in­vi­ta­do a des­can­sar entre se­sio­nes, acu­mu­lan­do así unas 20 horas de puro des­can­so y ejer­ci­cios para es­ti­mu­lar la cir­cu­la­ción. En en­tre­vis­ta con el sitio 4Ca­bling, un sor­pre­si­va­men­te cohe­ren­te Kaya co­men­tó que aún per­ma­ne­ce­rá más horas para ale­jar su marca de las manos an­sio­sas de otros ju­ga­do­res que bus­quen rom­per­la.

Du­ran­te toda la jor­na­da, Kaya llegó al lugar 49 del ran­king mun­dial de ju­ga­do­res de Black Ops 2. Cabe men­cio­nar que esta lista cuen­ta con más de 4.9 mi­llo­nes de ju­ga­do­res, lo que hace de Kaya uno de los 50 me­jo­res ju­ga­do­res del pla­ne­ta.

Hasta este mo­men­to, el ré­cord de este joven aus­tra­liano con­ti­núa acu­mu­lan­do horas y horas del mul­ti­ju­ga­dor de Black Ops II. La marca an­te­rior de 120 horas fue al­can­za­da el marzo pa­sa­do por un par de ju­ga­do­res ca­na­dien­ses de Halo: Reach que de­ci­die­ron in­gre­sar al libro Guin­ness des­tro­zan­do la marca an­te­rior de 6,540 mi­nu­tos de juego.

Por otro lado, se­sio­nes aún más cor­tas de juego inin­te­rrum­pi­do y sin mo­ni­to­reo han aca­ba­do con las vidas de jó­ve­nes al­re­de­dor del mundo. El caso más re­cien­te fue el de un hom­bre tai­wa­nés de 18 años que murió por un co­lap­so car­dia­co des­pués de pasar 40 horas ju­gan­do Dia­blo 3 en un café de la re­gión de Tai­nan, en el país asiá­ti­co. ¿Qué se ne­ce­si­ta para ter­mi­nar con el fo­men­to de este es­ti­lo de vida en los jó­ve­nes? ¿Cuán­to tiem­po duran sus se­sio­nes de jue­gos? ¿Pre­ten­de­rían rom­per un ré­cord si­mi­lar al de Kaya? Há­ga­nos­lo saber en sus co­men­ta­rios.

Re­fe­ren­cias: Giz­mag, 4Ca­ring.

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