Conoce los 3 síndromes que podemos sufrir por usar Facebook y Twitter.


La internet se puede volver muy complicada, sobre todo si tienes, o te dedicas, a ser un profesional con una presencia online. En el esfuerzo que tenemos todos de mantener una separación entre nuestras vidas personales y profesionales, algunas veces sufrimos de algunos síndromes que tienen (o pueden tener) un impacto negativo en nuestras reputaciones online. (SMLatam)

Si estás leyendo este post, lo más probable es que tengas un presencia bien activa en las redes y quizás hasta estés sufriendo (o algunos de tus amigos) de uno de estos síndromes:
Sufres del síndrome de multiples personalidades

Utilizas diferentes redes sociales para cada una de tus personalidades. Eres serio y profesional en LinkedIn, el amigo en Facebook y el fiestero en Twitter.

Tal vez, antes de la era de Google, hubiera sido más fácil mantener tus vidas separadas, pero ya es un lujo que no tenemos más. Si quiero saber algo sobre ti, sólo tengo que dirigirme a Google y hacer una búsqueda; lo más probable es que consiga mucha más información de la que tenías intenciones que consiguiera. Aparte de conseguirme con el serio y profesional, puedo conseguirme con algunas fotos de amigos tuyos que hayan compartido en Facebook y no estés enterado. ¿Tus amigos tienen “smartphone”? ¿que tal si alguno de ellos cuelga un video en YouTube de la última rasca que tuviste y terminaste en el del bar si camisa?
Sufres de timidez

Sabes bien lo peligroso que es compartir demasiado en internet y eres muy inteligente en la manera que administras tu presencia online. Estas consciente que no debes estar publicando que te vas a ir de vacaciones y que tu casa y se van a quedar vacíos, porque sería mostrar la vulnerabilidad. No te quejas de tus vecinos ni tampoco estás atacando a ninguna marca online porque eres un profesional de mercadeo y sabes que eso dañaría tu imágen. No hablas mal de tu empleador ni de tus clientes, has oído demasiadas historias de gente que ha perdido su trabajo por un tweet.

Por el contrario, te recluyes mucho y no compartes nada online. No tienes perfiles en Facebook ni Twitter y sólo manejas un perfil profesional en LinkedIn, en el cuál no compartes sino sólo las posiciones que has ejercido en las empresas para las que has trabajado. Sin embargo, cuando alguien te Googlea, no consigue nada de información sobre tí y lo poco que consigue no dice mucho. Levantas muchas dudas de ésta manera y pones en tela de juicio tu reputación online. Aplicaste para un trabajo, pero como no consiguieron nada online y no pudieron corroborar los resultados que dijiste que habías obtenido, no te dan el trabajo.
Sufres de exhibicionismo

Estas constantemente publicando tus fotos y updates online, le cuentas a todos que es lo que acabas de comer y con quién te reuniste. Estás tan ocupado publicando todas tus vidas (profesional, privada y fiestera) que no tomas el tiempo de monitorear que es lo que levanta Google con una búsqueda de tu nombre. Tienes la percepción de que todo lo tienes bajo control y sólo se publica lo que tú quieres que se publique, porque tú decidiste ponerlo ahí.

Estás tan seguro de tu reputación online que no te tomas el tiempo de googlear tu nombre para ver que es lo que están viendo tus amigos y colegas; total, tú eres el experto en lo de presencia online y no sientes necesario tener ni siquiera un Google Alert para advertirte cuando un tocallo tuyo se meta en algún problema legal y te vengan a buscar a ti por equivocación. Esta no es un lista completa de enfermedades, pero me gustaría saber ¿qué otras enfermedades de internet han visto por ahí?
 

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