Gracias a nuestros Blackberries, iPhones, y iPads, la línea entre el trabajo y el tiempo en familia es cada vez más borrosa. Pero un nuevo estudio sugiere que las mujeres se sienten angustia un 40% más que los hombres cuando la vida familiar sea interrumpido frecuentemente por estos dispositivos electrónicos u otros tipos de contacto, a pesar de estar bajo la misma cantidad de presión de trabajo.
De hecho, cuando los compañeros de trabajo en contacto con ellos en casa, las mujeres se sentían culpables por ello el doble de frecuencia que los hombres, incluso si las comunicaciones en realidad no interfiere con la vida familiar. La encuesta, que incluyó a más de 1.000 trabajadores de EE.UU., fue publicado esta semana en el Diario de Salud y Comportamiento Social.
Según el autor Paul Glavin, un candidato doctoral en sociología en la Universidad de Toronto, los investigadores se vieron sorprendidos por las diferencias en cómo los hombres y mujeres respondieron emocionalmente, aun cuando fueron igualmente hábil en el manejo de hogar y el trabajo. Los sentimientos de culpa puede explicar por qué las mujeres se sienten más dificultad que los hombres acerca de ser contactado en su casa, dicen los investigadores.
"Examinamos la medida en que el trabajo sí interfieren, y nuestros resultados se centraron en el control de todos esos factores", dice Glavin. "Al final del día, lo único que quedaba era la culpa, y ahí es donde la angustia entró Sólo podemos especular acerca de por qué."
Una teoría, dice Glavin, es que mientras que los roles laborales de las mujeres han cambiado drásticamente, muchos todavía tienen - tal vez inconscientemente-la opinión de que la prioridad de una mujer está en casa con sus hijos.
"Todavía hay mucho camino por recorrer antes de ver la igualdad de la confianza en el trabajo y en la familia", dice Glavin.
Wilmington, Delaware con sede psicóloga Leslie Connor, Ph.D., está de acuerdo.
"Más mujeres de mi generación había mamás en casa", dice Connor, de 54 años. "El modelo que se reunió en la parada de autobús, había comida en la mesa. Añade a la culpa si te parece, no estoy haciendo por mis hijos lo que mi madre hizo por mí."
En otras palabras, incluso para las mujeres que están cumpliendo con sus responsabilidades en el hogar, ven a sí mismos por no satisfacer el ideal si dejan el trabajo interrumpir su tiempo en familia.
Connor recomienda que los hombres y las mujeres establecer límites entre el trabajo y el hogar - por ejemplo, consultar el correo electrónico no más de una vez por hora. Y las mujeres tienen que ser realistas sobre el equilibrio entre trabajo y casa, porque a menudo se culpa viene de expectativas poco realistas - de creer que tiene que hacer más cuando usted ya está haciendo lo suficiente.
"Lo que puede hacer es comprometerse en todo lo que puede ser cuando esté en casa", dice. "Siéntate en el suelo y hacer un rompecabezas con su hijo."
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También se recomienda dejar la BlackBerry en la otra habitación para limitar las interrupciones. "Eso está ligado al bienestar", dice. "Estos efectos sentimientos negativos en la salud mental y el estrés tiene consecuencias para la salud física."
La encuesta nacional incluyó 1.042 trabajadores, que eran en su mayoría blancas, casadas y con hijos, y en los 40. Las mujeres tienen un ingreso familiar promedio de casi $ 60,000 por año, mientras que los hombres tenían un ingreso promedio de $ 75.000.
A cada participante se le pide que describa su trabajo y vida familiar: la frecuencia con que se estableció contacto en el hogar por su trabajo, ya que el contacto causado un conflicto con sus responsabilidades familiares, y con qué frecuencia se les dio más trabajo del que podía terminar en un de ocho horas al día. Los investigadores también midieron la angustia psicológica preguntando con qué frecuencia los hombres o las mujeres se sentían culpables y si tenían problemas para mantener sus mentes en una tarea.
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