La generación SMS detesta las llamadas


A estas alturas no podemos negar que estamos viviendo la generación SMS, tanto por comodidad y velocidad para recibirlos y enviarlos, y por el costo que han adquirido las llamadas, hoy en día nos es más fácil contactarnos vía SMS que mediante llamadas, esto lleva prácticamente a la muerte de las llamadas telefónicas, como nos contaba Mauro hace unos días.

De a poco, y tras 25 años de disponer del servicio de SMS, este se fue convirtiendo en el servicio más importante al funcionar correctamente, ser efectivo y económico. Aún si las llamadas se volvieran más económicas o las hiciéramos desde un teléfono de línea fija, creo que muchos de nosotros seguiríamos prefiriendo los SMS antes que las llamadas, porque por la falta de costumbre se nos hace más fácil, sabemos que si “molestamos” no pasa nada porque la otra persona no está obligada a contestar inmediatamente como sucede con las llamadas, y simplemente comenzamos a sentir una especie de “fobia” (si bien no llega a tal punto se le parece bastante), por la que dejamos poco a poco de hablar por teléfono.

Una investigación llevada a cabo por la agencia Nielsen nos deja unos datos bastante interesantes sobre el uso de los teléfonos según el rango de edades:

  • Entre los 50′s y 60 años: parecen ser las únicas personas que siguen utilizando el servicio de llamada de modo habitual, son muy pocas las veces que en vez de llamar envían un SMS.

  • Entre los 18 y los 34 años: a partir de los 34 para abajo comenzamos a notar que se utiliza el servicio de llamadas cada vez menos, hasta llegar a los 18 en que predominan los mensajes de texto ante cualquier tipo de llamada. Al parecer este rango de edad ha bajado de 1200 minutos de conversación en promedio a unos 900 en los últimos dos años, y se espera que la cifra siga en bajada.

  • Entre los 18 y los 24 años: este es el período de edades donde se ha registrado que el envío de mensajes de texto ha aumentado considerablemente a lo que era anteriormente. El promedio ha subido de 600 a 1400 SMS por mes.

A medida que el estudio va tratando con más jóvenes van teniendo la misma respuesta: una llamada, lejos de ser algo bien recibido, se siente como una interrupción a lo que sea que estemos haciendo, porque implica que inmediatamente abandonemos todo y respondamos el teléfono.No sucede lo mismo cuando recibimos un mensaje de texto, ya que podemos tomarnos el tiempo que necesitemos antes de chequear el teléfono y responderlo.

Así como no nos gusta que nos interrumpan, no nos gusta tener la sensación de que estamos interrumpiendo a alguien más, con lo que la cadena se va intensificando con el paso del tiempo, y hace que para comunicarnos usemos cada vez menos las llamadas telefónicas.

Vía textually

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