EEUU: vecinos usan Twitter para combatir delincuencia y ¿en Venezuela?


Si camina una de estas noches por una de las acogedoras calles arboladas del vecindario de Old Oaks, tenga la absoluta seguridad de que alguien le estará observando.

Podría ser Richard Vickers, que apuntará el número de placa de su automóvil en una libreta de notas mientras recoge los casquillos de bala de la vereda durante su ronda de vigilancia nocturna. O podría ser Doug Motz, que alerta a los vecinos con mensajes de texto: "cuidado con la camioneta verde que atisba por el callejón".

Al igual que los integrantes de este bien entrenado grupo de vigilancia vecinal en un área central del estado de Ohio, asociaciones vecinales de todo el país están usando Twitter, blogs, correos electrónicos y patrullas callejeras para ayudarse a combatir la delincuencia.

Mientras que algunos grupos se organizan luego de sufrir robos a casas o de asaltos callejeros, hay señales de un creciente interés en movilizarse como consecuencia de la reducción del personal de las agencias encargadas de la vigilancia por despidos y escasos agentes en medio de crecientes déficit presupuestarios.

"Este es nuestro vecindario", señaló Vickers, un abogado que dirige su grupo de vigilancia vecinal. "¿Por qué vamos a permitir que la gente nos quite lo que tenemos?"

Más de 20.000 grupos vecinales de vigilancia se han registrado en el sitio de la Asociación Nacional de Alguaciles, en comparación con los 5.000 que existían hace cuatro años, informó Chris Tutko, director de programas vecinales de vigilancia.

"Aumenta el interés en aprender las técnicas de vigilancia y cómo captar el interés de la gente", destacó Tutko, que entrena al personal policial encargado de los grupos de vigilancia.

En muchas ciudades, los aspirantes a vigilantes vecinales deben ser entrenados por la policía sobre la manera de identificar y responder al comportamiento de un delincuente: hablen con sus vecinos, recomienda la policía.

Como consecuencia de una serie de secuestros e invasiones de viviendas en Atlanta el año pasado, los residentes indignados hallaron al grupo Salven a Atlanta para Todos, que coordina la vigilancia vecinal en el este de la ciudad. Sus esfuerzos cobraron ímpetu cuando hubo recortes de presupuesto en la municipalidad y se disminuyeron las horas de trabajo de los policías.

Los integrantes de los grupos vecinales comunican una serie de alertas sobre delincuencia a una dirección privada de Twitter. Uno de los fundadores del grupo, Donna Williamson, sale a dar una caminata durante su pausa de almuerzo con un teléfono celular y una cámara en busca de cosas sospechosas.

Uno de los tweets, colocado por un residente en agosto, decía: "hombre negro con lentes ahumados gorra azul jeans flojos/paraguas negro 'dirección equivocada'. Ahora en patio de vecino".

Los nerviosos habitantes de Windmill Ranches, una comunidad privada habitada por gente de altos ingresos económicos en Weston, Florida, inició una patrulla vecinal el año pasado después que algunos extraños trataron de traspasar la guardia de seguridad y los siguieron adentro, dijo el asistente del alguacil del condado Broward, David Schupp.

La vigilancia vecinal no fue suficiente para los residentes de Kirkwood, un vecindario de clase media de Atlanta. Hace dos años reunieron dinero y crearon la Patrulla de Seguridad Kirkwood, y contrataron a un policía fuera de servicio para que recorriera las calles en un automóvil sin distintivo policial.

Carrie Davis, miembro del consejo de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles en Ohio, dijo que los miembros de los grupos de vigilancia que no son entrenados por la policía deberían tener cautela de no sobrepasar sus límites legales.

"Tienen el derecho de observar lo que sucede en la calle, pero eso no les da derecho de ir a espiar en la ventana de su vecino", destacó Davis.

En casos excepcionales, las patrullas vecinales pueden verse involucradas en actos de violencia. En un área cercana a Salt Lake City, un vecino fue baleado y quedó paralítico mientras realizaba una ronda en su automóvil buscando delincuentes después de varios robos de casas en el área rural de Bluffdale, informó el alguacil del condado Salt Lake, Don Hutson.

Veinte nuevos grupos de vigilancia vecinal han surgido desde enero en Columbus, donde el jefe policial Walter Distelzweig había advertido que unos 300 policías podría quedar sin trabajo si el aumento de un impuesto municipal no daba resultado. La recaudación fue aprobada el 4 de agosto.

Hace cuatro años, cuando el grupo de vigilancia vecina de Old Oaks estaba en sus inicios, con frecuencia se podía escuchar el ruido de balaceras en el vecindario de casas de ladrillo con porches en las afueras de una zona marginal de Columbus. Ahora las calles están más tranquilas, y la delincuencia mayormente se refleja en robos de casas.

Los residentes tienen reuniones semanales denominadas Miércoles en el Porche, ocasiones en que beben cerveza e intercambian rumores sobre el más reciente caso delincuencial. Los integrantes de los grupos vecinales también se comunican casi a diario por vía internet, por correo electrónico, en los grupos Yahoo!, y por cadenas telefónicas.

"Supongamos que escuchamos un balazo en algún lugar del vecindario pero uno no sabe de dónde provino", comentó Latricia Sparks. "Podría llamar a Dick: ¿escuchaste eso?" Y todos podemos llamar a la policía al mismo tiempo. Porque mientras haya más llamadas a la policía, más rápida será la respuesta".

Fuente: la Voz de Houston

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